Vista del nuevo aeropuerto de la ciudad catalana en el que se aprecia el techo-manto
con sus colores semejantes al paisaje leridano.
con sus colores semejantes al paisaje leridano.
No es fácil diseñar un aeropuerto pequeño y con frecuencia los arquitectos se desubican en el intento. Los aeródromos están lejos de los micromundos que son los grandes aeropuertos: alejados de todo, desgajados en terminales y extendidos en cientos de fingers. Sus requerimientos técnicos evitan que puedan ser pensados como inmuebles al uso. Sin embargo, algo cambia al disminuir la escala. La ausencia de fingers destierra todo aspecto alienígena y confiere una libertad formal que, en ocasiones, se utiliza para dotar de escala urbana al edificio. Y otras veces para conferirle expresividad. Rafael Moneo, en Sevilla, eligió para su aeropuerto una fachada más cercana a la de unas viviendas pareadas que a la de una identidad aérea. Esa otra identidad, conformada con imágenes alegóricas del vuelo: aves, alas o aviones fue, sin embargo, la preferida para Sondika, el aeropuerto de Bilbao, por Santiago Calatrava. En El Alguaire de Lleida, Fermín Vázquez explora, y explota, la topografía. Incluso visualmente.
Curtido en los entresijos de los grandes, y muchas veces polémicos, proyectos de Jean Nouvel (Torre Agbar o ampliación del Reina Sofía), David Chipperfield (Ciudad de la Justicia de Barcelona) o Toyo Ito (ampliación de la Feria de Barcelona en Hospitalet), Vázquez ha sabido dar un paso atrás y evitar una bicefalia en proyectos de sello único. Pero ahora la bicefalia es otra. Hace cuatro años que este madrileño asentado en Barcelona abrió despacho también en la capital. El proyecto de Lleida, de altos vuelos y a dos horas de AVE entre sus dos estudios, inaugura una nueva etapa del estudio b720, preparado ya para hablar con idioma propio y volar en solitario. Este aeródromo le ayudará a levantar el vuelo. Lleida estrenará su alfombra voladora el próximo 17 de enero. Parecerá cosa de magia. Vueling inaugurará la terminal desde la que se podrá volar a París en menos de dos horas.
Anatxu Zabalbeascoa, Madrid, Una alfombra voladora para Lleida, EL PAÍS, 16 de diciembre de 2009
Curtido en los entresijos de los grandes, y muchas veces polémicos, proyectos de Jean Nouvel (Torre Agbar o ampliación del Reina Sofía), David Chipperfield (Ciudad de la Justicia de Barcelona) o Toyo Ito (ampliación de la Feria de Barcelona en Hospitalet), Vázquez ha sabido dar un paso atrás y evitar una bicefalia en proyectos de sello único. Pero ahora la bicefalia es otra. Hace cuatro años que este madrileño asentado en Barcelona abrió despacho también en la capital. El proyecto de Lleida, de altos vuelos y a dos horas de AVE entre sus dos estudios, inaugura una nueva etapa del estudio b720, preparado ya para hablar con idioma propio y volar en solitario. Este aeródromo le ayudará a levantar el vuelo. Lleida estrenará su alfombra voladora el próximo 17 de enero. Parecerá cosa de magia. Vueling inaugurará la terminal desde la que se podrá volar a París en menos de dos horas.
Anatxu Zabalbeascoa, Madrid, Una alfombra voladora para Lleida, EL PAÍS, 16 de diciembre de 2009
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